jueves, 12 de marzo de 2009

Centrales Eólicas

Su funcionamiento:

En las centrales eólicas se aprovecha la energía del viento (cinética), que se transforma en energía eléctrica en unos aparatos llamados aerogeneradores. El viento mueve las aspas, y este movimiento se transmite mediante una serie de engranajes a un generador eléctrico.
El mayor inconveniente de estas instalaciones es el fuerte condicionante geográfico: las centrales eólicas solo son rentables en zonas en las que el viento es intenso con regularidad.


Esquema de funcionamiento con el nombre de las partes:





Impacto ambiental:

El ruido de los aerogeneradores alcanza al menos los 2 km de distancia. Son especialmente molestos en el medio natural, donde no existen barreras ni otros sonidos de fondo que los de la propia naturaleza.

Erosión del suelo, sobre todo si se instalan en las cumbres. En estos lugares - de inicio de los procesos erosivos-, puede acabar afectando, por cambios de escorrentías, a suelos situados aguas abajo.

La perdida de vegetación es inasumible cuando afecta a endemismos, espacios forestados, y masas botánicas singulares o relictas. Lo que no es infrecuente en las cumbres montañosas.Ciertas formaciones, como los bosques mediterráneos, pueden verse afectados por eventuales incendios, bien porque las instalaciones dificulten las tareas de extinción, bien porque las aspas de los aerogeneradores atraen rayos, y pueden ser la causa de sus comienzos.

Por más que se empeñen los promotores, los aerogeneradores tienen un impacto brutal sobre la avifauna, especialmente intenso si se colocan en rutas migratorias (ejemplos de Navarra y Tarifa), en lugares de nidificación y campeo de grandes planeadoras (en águilas y buitres, especialmente comprobado)El efecto no es sólo por choque, también se genera un vacío de hábitat . Ciertas rapaces son especialmente sensibles a cualquier molestia. Se han constatado abandono de nidos de águilas reales (ejemplos: en el monte Toranzo y en Peña Alta, provincia de Burgos).

Se quieren colocar parques eólicos en las cumbres montañosas, con una incidencia visual enorme, y siendo estas unidades de alta fragilidad paisajística.El paisaje, en tanto indicador del estado de salud de los ecosistemas, de usos y aprovechamientos, y del estilo y calidad de la gestión del desarrollo, debe ser preservado como un recurso natural cada día más escaso y valioso, capaz de generar a la población beneficios socioeconómicos inmediatos, al ser un recurso cada vez mas valorado por todas las capas sociales.La atrocidad de estas instalaciones sobre el patrimonio cultural, histórico, y arqueológico es evidente. No sólo se afectan sus unidades paisajísticas, también se afectan yacimientos en su integridad (las obras de algunos parques eólicos en Burgos, fueron denunciadas cuando la maquinaria afectó a yacimientos como castros y tumbas neolíticas)

Lejos de generar beneficios económicos (los promotores se presentan como reyes magos que regalan dinero a espuertas, y se erigen en presuntas tablas de salvación para las escuálidas arcas municipales de muchos pueblos), los perjuicios son fáciles de comprender si se detiene uno un poco y realiza el siguiente análisis:
Contratos de arrendamiento, que contienen ciertas cláusulas muy desfavorables como la de estar obligados a ceder otros terrenos en caso de que los promotores necesiten ampliaciones o construir nuevos parques.
Cláusulas de revisión en función del precio de venta de la tarifa eléctrica, hoy subvencionada de manera que se paga una prima sobre la energía producida por una central convencional. Esto viene a significar que en muy pocos años los propietarios cobrarán por aerogenerador menos de lo que hoy se les ofrece.
Pérdida de valor de todas las fincas de la zona y alrededores.
Pérdida de atractivo, que repercute en actividades turísticas entre otras, como el sector de la construcción.
Pérdida de calidad de vida, ligada a la calidad ambiental, y que se ha convertido en toda sociedad de progreso en un parámetro tan valorado por las personas como es el nivel de renta y la estabilidad laboral.

Tecnologias para frenar el impacto ambiental:

Toda persona y todo municipio, en cuyas propiedades se quieran construir parques eólicos, deberían tener conocimiento de las desventajas - además de las ventajas, exclusivamente económicas- , que representa para el medio y para los bienes y derechos de las personas que viven en el entorno. Sólo así está justificado el acuerdo que se pueda llevar a cabo entre promotores y propietarios.En caso contrario, estos últimos, que cuentan con el legítimo derecho a procurarse beneficios a su favor, se encuentran en una clara situación de indefensión.

Centrales instaladas en España y en el mundo :


Imagenes:





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